Descripción:
Es un sistema holístico de sanación energética divina proveniente del linaje de Merlín, que trabaja con 49 formas diferentes de luz y también con consciencia divina. Su nombre proviene de un vórtice de energía (vortex) que es una interfase entre nuestro mundo físico y la presencia divina cuyo propósito es el de sanación y transformación profunda del ser.
El poder divino detrás de todo esto es un Ávatar, es una encarnación directa que se refiere a sí mismo como Merlín.
A veces también a los avatares se los llama como seres divinos.
Merlín encarnó como humano hace 5600 años, en India, conocido entonces como Mehindra. Él es la fuente del linaje de Merlín y sigue siendo la fuente de la magia Divina que le da su poder al vortexhealing hoy en día.
Merlín está asociado con uno de los maestros humanos del linaje.
El vortex es un antiguo arte de sanación que fue perdido. Luego fue redescubierto y más desarrollado por su refundador actual Ric Weinman en 1994.
Fue Merlín quien intervino en la vida de Ric, generando una vida de transcendencia que re-despertó la memoria de Ric de haber estudiado este arte divino en 2 vidas pasadas, de modo que pudiera ser re-manifestado en tiempo actuales.
Con sanación vortex, el terapeuta no solo puede canalizar la ENERGÍA divina, sino también la CONSCIENCIA divina, permitiendo de esta manera trabajar más profundamente en los niveles físico y emocional como así también liberar los niveles kármicos de los temas a trabajar. Estos son transformados directamente por la consciencia a la que se accede a través del Vortex.
El enfoque del Vortex no es el de relajar los cuerpos energéticos o simplemente hacer que la gente se sienta bien, sino más bien trata sobre la transformación profunda. Se trabaja en la raíz que causa el tema emocional, mental, espiritual y físico. De esta manera, al sanarse la raíz, el síntoma desaparece.
La sanación Vortex se manifiesta en el corazón y desde allí actúa como vehículo para que la presencia divina de Merlín manifieste sanación, transformación mágica y crecimiento espiritual. La presencia divina es la puerta que nos conduce a la libertad interna de nuestro verdadero ser, guiando su movimiento para optimizar la sanación del receptor. Este es un punto crítico, porque el condicionamiento de nuestros temas se basa en la consciencia de separación, en el tan conocido “ego”. Como el ego no puede ser simplemente liberado, tiene que ser también transformado y llevado de vuelta a la luz, devuelto a la completud de la que vino. Solo aquello que se encuentra libre de ego, solo la luz y la consciencia divina profundamente puenteada, pueden lograrlo.
El Vortex llega como un don de la presencia Divina y la intención de esta presencia es la de sanarnos, transformarnos y abrirnos a la libertad interna de nuestro verdadero ser.