Tener una ACTITUD correcta te ayudará en lo que te propongas a la hora de bajar algunos kilitos
Somos dueños de tomar nuestras propias decisiones, podemos adoptar una posición de avanzar más despacio pero a paso firme hacia el cambio de conducta y el alcance de los objetivos. El único protagonista activo es uno mismo, por ello hay que dejar de ser espectador y aprender a fortalecer el auto cuidado responsable. Hay que apostar a lo productivo, a lo que suma en la vida, a lo que hace bien y deshacerse de lo destructivo que aportan los pensamientos negativos, y así tomar las riendas para el cambio definitivo de hábitos. Es cuestión de VOLUNTAD y ACTITUD.
¿Qué actitudes son nuestras aliadas?
1-Ensayar la asertividad, al menos una vez, en alguna situación conflictiva o de riesgo con la comida. Siempre vas a encontrar en el afuera la tentación, ya sea cuando pasas por la puerta de una panadería, cuando te invitan a un cumpleaños o cuando vas de visita a la casa de amigos o algún familiar, y te ofrecen una porcion de torta o unos churros con dulce de leche y ahi decis ¿que hago ? si le digo que no, se va a ofender, y entonces entras en la duda porque aparte se ven tan ricos y pensás bueno le digo que si, me doy ese gustito y empiezo la dieta el “lunes”y todos quedamos contentos. Pero la mejor alternativa seria “para no ofender” al anfitrión o anfitriona, proponerte responder con firmeza y simpatía, sin mirar la comida y mirando a los ojos de la persona que lo ofrece: “Te agradezco, sé que la preparaste con todo tu cariño pero en este momento lo mejor para mí es cuidar mi alimentación porque necesito adelgazar”. Suele resultar útil hacer una representación mental anticipada de cómo se presentará la situación, a modo de dramatización, para lograr una mayor convicción y seguridad.
2-Colocar en la heladera una foto y/o frase que recuerde la propia intención de cuidarse. Actúan como un simple recordatorio de que se comenzó a cambiar los hábitos alimentarios y el estilo de vida, y que hay que mantener la constancia.
3-Observar cómo comen otras personas. Observar tanto a personas con sobrepeso como a los delgados permite encontrar muchos puntos en común y otros diferentes respecto de la forma de comer. Suele ser más sencillo detectar conductas inapropiadas en los otros que en uno mismo.
4-Planificar las compras y las comidas. Ir al supermercado con una lista pre armada, tener en casa lo justo y necesario, y considerar los horarios de las comidas contribuye a que las cosas salgan bien.
5-Siempre ayuda cuando uno comienza con un plan de descenso graso registrar las comidas y anotar todo lo que se consume juntos con los horarios en donde se consumió cada comida, esto nos ayuda a tomar un compromiso serio mediante una actitud sumamente positiva y útil porque ayuda al auto control y al auto conocimiento.