Los adolescentes y los cambios
Los adolescentes atraviesan diferentes etapas y cambian sus características psicológicas según el momento del desarrollo que atraviesan. La adolescencia es una de las etapas que pueden provocar más conflictos en una dinámica familiar si no se cuenta con las herramientas adecuadas para manejar situaciones estresantes y difíciles. No solo son importantes el acompañamiento y el diálogo con ellos, sino también obrar desde el ejemplo.
La adolescencia marca una etapa de búsqueda de identidad y de mayor independencia, por lo que en muchas ocasiones los jóvenes recurren a la mentira para eludir responsabilidades y evitar castigos. No quieren avergonzarse o no se sienten valorados. También existen otras razones por las que los hijos adolescentes mienten, tales como llamar la atención, cumplir altas expectativas de los padres, escasa comunicación y pocas habilidades para afrontar los conflictos.
Los adolescentes perciben una realidad más elevada y distinta a la de los niños, por lo que se tornan en aspectos libertarios, rebeldes e incuso depresivos. En esta etapa los adolescentes pueden desarrollar tanto enamoramientos fugaces como diversas pasiones. La etapa de la adolescencia está caracterizada por importantes conquistas en los ámbitos cognitivo y emocional social. El remodelado cerebral sigue estando muy activo, especialmente en las regiones que administra la inteligencia y en las áreas donde se lleva a cabo la lectura de la realidad y de la integración del Yo. Por eso, experimentan una iluminación intelectual, amplían sus cogniciones, integran conocimientos, establecen relaciones. Esto los lleva a pensar que son poseedores de la verdad y llegan a descalificar a los adultos como maestros.
También, es una etapa en la que aumenta el umbral del goce, por lo que empiezan a requerir estímulos cada vez más intensos para disfrutar. A las experiencias que antes temían, ahora las viven con excitación e interés intensos.
El goce en el grupo de amigos es más intenso aún; el grupo neutraliza el miedo y aumenta la excitación de la aventura, invita a competir buscando ser el más audaz y atrevido, allí se sienten osados, fuertes e invulnerables. Experimentan un intenso despertar sexual. Participan en juegos grupales, empiezan a tener relaciones de pareja, despiertan los sentimientos de afecto.
Es un momento de gran vulnerabilidad, pueden presentar alguna psicopatología que pueden agravarse con el consumo de alcohol y/o drogas. Es fundamental estar atentos y trabajar en la prevención.